SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL

15/7/12

URUGUAY - Uno de cada cinco adultos sanos podría sufrir infartos


Salud. Crean centro de investigación y prevención de problemas cardiovasculares. Durante dos años estudiaron a 1.000 uruguayos entre 18 y 80 años. Apuntan a universalizar la prevención

LETICIA COSTA DELGADO
Uno de cada cinco adultos jóvenes "sanos" tiene las arterias obstuidas. No presentan síntomas, no fuman ni son obesos pero tienen altas probabilidades de sufrir un infarto y morir, concluyó una investigación realizada entre 1.000 uruguayos.
"¿De qué murió? Le dio un infarto, estaba bien, fue de un momento para otro". Diálogos como este son muy frecuentes en Uruguay, de hecho el 50% de los infartos se producen en personas que no tienen síntomas. Junto a todas las que sí tienen hacen que las enfermedades cardiovasculares sean la principal causa de muerte en Uruguay. El 30% de las personas que fallecen en el país muere por un problema en su aparato circulatorio (el cáncer representa el 25% de las muertes).
La respuesta desde el sistema de salud hasta ahora ha estado concentrada en los factores de riesgo. Campañas, folletos, charlas y consultas clínicas repiten hasta el cansancio que no se debe fumar, que es importante realizar ejercicio, tener cuidado con el sobrepeso y que si tiene familiares que hayan padecido infartos o accidentes cerebrovasculares su nivel de riesgo será mayor.
Pero ¿qué hace que de un momento para otro el corazón de algunas personas se paralice, que un coágulo corte la llegada de sangre al cerebro o que un arteria se rompa y provoque una hemorragia que cambie su vida por completo? ¿Son accidentes y como tales no pueden ser previstos de ningún modo?

Estas interrogantes y la certeza de que el grado de imprevisibilidad puede ser controlado empujaron a un equipo de especialistas en Fisiología, Física, Ingeniería, Medicina y Cardiología a crear el Centro Universitario de Investigación Innovación y Diagnóstico Arterial, "Cuiidarte".
Impulsados por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) el primer objetivo fue identificar cuántos uruguayos aparentemente sanos tenían arterias con altos niveles de obstrucción y eran víctimas potenciales de sufrir un accidente cardiovascular.

Durante dos años relevaron a 1.000 uruguayos entre 18 y 80 años. La selección se centró en aquellos completamente sanos, personas que no tenían ninguno de los factores de riesgo y se sentían en un estado de salud óptimo.
Los resultados fueron divididos en franjas etarias. El resultado que más sorprendió fue que 1 de cada 5 adultos jóvenes, entre 40 y 50 años, tenía sus arterias obstruidas. En palabras de Ricardo Llubera, profesor de la Cátedra de Cardiología de la Facultad de Medicina, el 20% estaba enfermo y no lo sabía. Cuando lo supiera quizá fuera tarde.
Los niveles de obstrucción y alteración en las arterias fueron aumentando a medida que aumentaba la edad. Entre 51y 60 años la alteración alcanzó el 28% pero entre los 61 y 70 años llegó al 43%. Es decir, prácticamente 1 de 2 uruguayos "sanos" que atraviesan la década de los 60 puede morir de un infarto y no lo sabe. En el grupo de mayores de 70 la cifra es del 65%.
Los clínicos también encontraron casos en edades más tempranas. Entre 30 y 40 años el 5% tiene las arterias obstruidas. "No son pacientes diabéticos que sabés que tienen riesgo, son personas sanas, supuestamente sanas", explicó Llubera.
"Identificar esto tiene un enorme valor porque las ubicás en un nivel de alto riesgo cardiovascular y las tratás como tales", enfatizó .
A FONDO. La población relevada se concentró en Montevideo, Canelones, Río Negro, Tacuarembó y Rivera. En la capital trabajaron con estudiantes y académicos de las facultades de Derecho, Medicina y Ciencias, la Escuela de Enfermería y el Hospital de Clínicas. En el interior concentraron su actividad en los liceos, donde estudiaron tanto a los alumnos como a docentes y administrativos.
Los estudios tuvieron tres fases. Primero realizaban una entrevista personal; después, tomaban muestras de sangre y de orina y en una tercera instancia realizaban los "estudios vasculares no invasivos", una serie de mediciones y registros que apuntan a detectar alteraciones físicas que son indicadoras de una alteración en el sistema cardiovascular.
Uno de los estudios fue la detección y el análisis de las "placas de ateroma". Las placas de ateroma (lo que encontraron en 1 de 5 adultos jóvenes) son conformaciones de grasa y otras sustancias que se acumulan en las arterias, las obstruyen y dificultan el paso de la sangre.
Mediante un dispositivo similar al utilizado en las ecografías los técnicos observaban las características de la carótida, arteria que pasa por el cuello. En condiciones normales la arteria aparece representada como una amplia franja oscura, pero si hay una placa lo que prima es el gris y el blanco de la conformación grasosa. La sangre apenas logra circular.
Enfrentarse a esta imagen cuando la persona piensa que es completamente sana, comentaron los técnicos, es mucho más efectivo para persuadirla de no asumir conductas de riesgo mediante argumentos y recomendaciones.
La capacidad de dilatación de los vasos, el flujo de la sangre, la rigidez de las arterias y parámetros más complejos como la determinación de índices que vinculan distintos sectores del cuerpo conformaban la lista de estudios clínicos. Procesada la información los informes eran enviados a los centros donde las personas se habían reclutado, acompañados de recomendaciones para sus médicos de cabecera.
PARA TODOS. Desde hace poco más de un mes Cuiidarte se encuentra abierto para todo público. En el segundo piso del hospital de Clínicas todos los equipos que recorrieron el país se encuentran disponibles para que cualquier persona se realice el estudio completo y conozca su nivel de riesgo frente a un infarto de corazón o cualquier alteración cardiovascular.
Los estudios son gratuitos para los usuarios de la salud pública y tienen un costo de unos 2.000 pesos para los usuarios de la salud privada. El centro también realiza convenios con instituciones y empresas privadas que quieren realizar prevención en sus empleados.
Para Daniel Bia, profesor adjunto de Fisiología y uno de los coordinadores de Cuiidarte, se trata de un cambio de cómo se concibe la enfermedad cardiovascular. Así como las mujeres se hacen un PAP para prevenir el cáncer de cuello de útero, es necesario que estos exámenes formen parte de la rutina de estudios clínicos, enfatizó Bia.
Los estudios de Cuiidarte también se aplican para valorar el nivel de daño sobre las arterias en personas que sufren de problemas cardiovasculares.

Ajustados a realidad nacional

La información relevada durante los dos años de investigación también sirvió para formular una "tabla de normalidad", un registro acabado y preciso de los parámetros del sistema cardiovascular de los uruguayos. Hasta ahora los estados de salud y enfermedad eran definidos en relación a parámetros de Estados Unidos y Europa. Los estudios que se siguen realizando dentro de Cuiidarte apuntan a complementar y enriquecer la información relevada.

LA CIFRA

43%

De los uruguayos entre 60 y 70 años que se sienten "sanos" tiene arterias obstruidas.
El País Digital

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