SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL

16/12/16

Trabajo y enfermedad respiratoria: un vínculo oculto


Las enfermedades de origen profesional son procesos patológicos cuya principal característica es la relación causal entre el trabajo y la aparición de la enfermedad. Actualmente, la más prevalente es el asma, pero patologías como la silicosis siguen teniendo un gran impacto, aunque ahora están vinculadas a sectores industriales diferentes. Los neumólogos lamentan que estas dolencias se siguen diagnosticando demasiado tarde y, en muchos casos, están infra declaradas.
El conocimiento de las enfermedades respiratorias ocupacionales es cada vez más preciso. Sin embargo, a pesar de ello siguen estando infra diagnosticadas e infra declaradas, y aún es posible avanzar mucho en su detección temprana para alejar al paciente del agente causante e iniciar un tratamiento adecuado.
Una historia clínica completa y la implicación del médico del trabajo y del médico de familia, junto a una mejora de los registros, son aspectos que los expertos consideran prioritarios para mejorar el manejo de estas enfermedades.
Actualmente, la enfermedad ocupacional respiratoria más frecuente es el asma ocupacional, que representa entre el 60 y el 70 % de todas las que se diagnostican en algunas localizaciones, según la actividad industrial predominante en la zona.
La silicosis de los mineros del carbón fue durante décadas una de las principales preocupaciones de los neumólogos dedicados a la enfermedad profesional. Sin embargo, en los últimos años la incidencia de esta enfermedad ha descendido notablemente y, en cambio, está aumentando de forma notable la silicosis por exposición a granitos, pizarras y conglomerados de cuarzo, según explica Cristina Martínez, del área del pulmón del Instituto Nacional de Silicosis-Hospital Universitario Central de Asturias, centro que es referencia nacional para este tipo de enfermedades.
Materiales de cuarzo
En otras zonas, como la mediterránea, “la silicosis es más frecuente en actividades como la de los protésicos dentales, por las cerámicas con las que trabajan, o en quienes manipulan materiales de cuarzo para encimeras”, apunta Ferrán Morell, neumólogo del Instituto de Investigación Valle de Hebrón, de Barcelona.
“La situación es muy alarmante porque la mayor parte de estos casos de silicosis se detectan en población joven”, indica Cristina Martínez. Esta especialista llama la atención sobre el hecho de que, a diferencia de las empresas mineras, de tamaño considerable y con servicios de prevención potentes, “las conocidas como canterías y marmolerías, que en realidad trabajan poco con mármol -que es un material que contiene muy poca sílice-, y mucho con otros mucho más peligrosos, como granitos y conglomerados de cuarzo, suelen ser empresas pequeñas y dispersas. En ellas, el control del cumplimiento de las medidas de prevención es más difícil. La realidad es que nos llega enfermedad muy avanzada en gente muy joven que cuando acude a nosotros incluso ya necesita un trasplante”.
Las grandes empresas que trabajan con este tipo de materiales están realizando esfuerzos en la prevención. Sin embargo, “el problema está en los talleres pequeños, incluso en los trabajadores que tienen que rematar las obras de colocación de este tipo de encimeras de cuarzo en los domicilios y que trabajan sin medidas de humidificación y captación del polvo”.
Productos irritantes
Otro de los sectores sobre el que los neumólogos llaman la atención es el de la limpieza porque se manejan de forma continuada productos irritantes. “Aquí nos encontramos con dificultades para el diagnóstico porque no es fácil establecer la vinculación de los síntomas con el agente causante y etiquetar la enfermedad como laboral”, indica Martínez. El de la peluquería es otro sector de riesgo de padecer asma ocupacional por persulfatos, según explica Morell. Los isocianatos, compuestos contenidos en materiales como plástico y poliuretano, son el agente vinculado en mayor medida con el asma ocupacional.
Uno de los factores que explican el infradiagnóstico está relacionado con el hecho de que se trate de enfermedades que, en algunos casos, como es el de la silicosis, no dé síntomas en estadios iniciales. “Además es necesario tener presente que, aunque los servicios de prevención realizan esfuerzos importantes en la vigilancia de estas enfermedades, los reconocimientos son voluntarios para el trabajador”, explica Martínez.
Esta especialista alerta sobre el hecho de que, además, estas enfermedades están infradeclaradas, “por lo que sería bueno mejorar el sistema de registros”. Otra cuestión importante son los intereses por parte de algunos agentes implicados de que la enfermedad cuando se diagnostica no se etiquete como profesional sino como enfermedad común o como accidente de trabajo, según explican los expertos, que destacan el papel de las mutuas en relación con este asunto.
Asma ocupacional.
Alrededor del 25 % de los casos de pacientes con asma que se inicia en la edad adulta están relacionados con el trabajo, según Ferrán Morell.
Este especialista resalta la importancia del diagnóstico diferencial con bronquiectasias (dilataciones de los bronquios que causan infecciones bronquiales de repetición).
Alrededor de un 20 % de los asmáticos moderados o graves, según Morell, son falsos asmáticos “y en realidad presentan bronquiectasias”. De ahí la importancia de realizar tomografías computarizadas (TC) de alta resolución, según Morell, en caso de sospecha de esta enfermedad.
El tratamiento es muy diferente: “El uso de azitromicina u otro de los antibióticos del grupo de los macrólidos es muy conveniente en los pacientes con bronquiectasias sintomáticas”.
El experto destaca la importancia de los centros de referencia en las enfermedades respiratorias para un diagnóstico preciso. La radiografía de tórax es la principal herramienta para buena parte de las enfermedades respiratorias ocupacionales de origen inorgánico.
La TC de alta resolución resulta útil para determinar si se trata de una enfermedad bronquial, como las bonquiectasias, o intersticial, como fibrosis, neumonitis por hipersensibilidad o asbestosis, entre otras.
En 5 ideas
1. Situación actual
Hoy en día, la enfermedad ocupacional respiratoria más frecuente es el asma, que representa entre el 60 y el 70 por ciento de todas las que se diagnostican en algunas localizaciones.
2. Silicosis
La incidencia de silicosis ligada a la minería ha descendido, pero aumenta la relacionada con la exposición a granitos, conglomerados de cuarzo o cerámicas para prótesis dentales.
3. Diagnóstico tardío
Muchos casos de silicosis se detectan en población muy joven cuando la enfermedad ya está muy avanzada, incluso cuando el trasplante de pulmón es ya la única opción terapéutica.
4. sector de la limpieza
En las empresas dedicadas a la limpieza se manejan de forma continuada productos irritantes. En este entorno no es fácil establecer la relación entre los síntomas y el agente causante.
5. Claves de manejo
Una historia clínica completa, la implicación del médico del trabajo y el de familia y una mejora de los registros son los aspectos prioritarios en el abordaje de estas enfermedades.

Cómo combatir el estrés en la oficina

Uno de los males del mundo actual, es el estrés. Como parte de una reacción fisiológica del organismo, el estrés activa múltiples mecanismos de defensa una vez el ser humano se enfrenta a situaciones que demandan y amenazan la estabilidad.
Dentro de la vida social y laboral, este padecimiento provoca ansiedad, nerviosismo, angustia. Aunque para las personas es normal, debido al ritmo agitado del mundo. Tal vez por costumbre. Pocas veces se evalúa el nivel de estrés al que se está expuesto, y en menor escala, se busca erradicarlo.
La oficina es quizá el lugar donde se genera mayor estrés. Pero antes de señalar que éste es autor de más del 15 por ciento de enfermedades cardiovasculares y problemas gastrointestinales, es tiempo de aprender a mantenerlo a raya y controlado.
¿Qué tanto influye dormir bien y madrugar? Venus Buchán, gerente de talento de la consultora especializada en head hunting, 3 Hunters, aborda el punto principal para potenciar la productividad en la oficina; donde el estrés no se hará presente.
“El mundo laboral sí brinda una opción para disminuir el estrés. Dormir bien, levantarse temprano y llegar a tiempo a la oficina, activará el sentido de responsabilidad y no traerá prisa en la mente de un trabajador. Está comprobado que llegar contrarreloj a la oficina, provocará un bloqueo intenso de la creatividad y solo arrojará errores”, señaló Buchán.
Asimismo, planear las tareas, dará fluidez a la agenda del día y permitirá tener pausas activas durante este, como ir por una taza de café, interactuar un rato con los compañeros o poder checar el celular. En caso contrario, estar como “prisionero” del escritorio trabajando a marchas forzadas, desgastará al individuo; donde prima el desorden.
Otra opción es ejercitarse un poco antes de comenzar la jornada. Si se llega antes de la hora de entrada al trabajo, el tiempo para un breve estiramiento y movimiento, ayudará a activar el cerebro y el flujo sanguíneo reducirá cansancio mental y el estrés no dominará.
Una vez se llegue a casa, se recomienda desconectarse del trabajo y prepararse para el día siguiente. Este hábito traerá consigo un estado de tranquilidad. Y si además se come saludable, hay tiempo para leer, se hace ejercicio y se duerme mínimo 7 horas, el estrés ya no tendrá espacio en el cuerpo de un trabajador.
noviembre 16/2106 (Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2016″Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.”)

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