En el Poder Ejecutivo comenzaron a surgir ideas tendientes a que el Estado uruguayo se asocie con la empresa minera Aratirí a los efectos de participar en las ganancias de la futura explotación del hierro.
Varios miembros del gabinete consideran que ante la riqueza del recurso mineral detectado en el país lo más adecuado sería no solo percibir un porcentaje del total de las exportaciones de la empresa sino dar un paso más y ser socio de la firma con una participación minoritaria, según informaron a El Observador fuentes oficiales. El tema es manejado en extrema reserva.
La idea de una asociación en esos términos está instalada y esa posibilidad seduce a Aratirí. Tampoco es ajena al presidente José Mujica. “No lo descarto. El Estado es pobre”, respondió el mandatario cuando fue consultado ayer por El Observador en una recepción ofrecida por la Embajada de Estados Unidos para conmemorar su independencia.
El gerente general de la empresa, Fernando Puntigliano, dijo que tener al Estado como socio resulta atractivo para cualquier compañía que opere en Uruguay porque es una garantía.
“Aratirí está abierta a cualquier discusión de ese tipo. Cualquier empresa privada en Uruguay, cuando le ofrecen que el Estado sea socio minoritario, por ejemplo, dice que sí porque es un buen socio el Estado. Da muchas garantías. No es un planteamiento que haya hecho Aratirí”, dijo a El Observador al ser consultado al respecto. “La disponibilidad para conversar está abierta”, agregó el ejecutivo.
Interrogado acerca de si recibió ofertas por parte del gobierno, Puntigliano contestó: “No puedo hablar de ese tema”.
Otra fuente del gobierno que dijo estar al tanto de la idea de asociación se negó a proporcionar detalles sobre el asunto y señaló que todavía no hay una fórmula concreta.
Hasta el momento el modo de explotación que está planteado es habilitar la explotación de Aratirí y cobrarle a la empresa un canon (porcentaje) del valor extraído.
De todos modos, con el visto bueno primario de las dos partes involucradas, la alternativa que surge es recurrir a otro modelo y que el Estado y la empresa sean socios.
Aprovechar el negocio
El gobierno está muy interesado en que se concrete la inversión que ascenderá a los US$ 3.000 millones. El lunes pasado, el presidente Mujica hizo una fuerte defensa del proyecto minero e incluso ya lanzó el debate sobre qué hacer con los dividendos que puede dejar la empresa al país.
Integrantes del gobierno interpretaron sus palabras como el ok definitivo para que Aratirí se instale en el país, luego que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) termine el estudio ambiental. Mujica propuso crear con el dinero que deje Aratirí un fondo anticíclico. La idea es invertir en bonos y otros activos financieros la plata y gastar sólo los intereses.
Con la opinión favorable del gobierno crece el interés oficial por ser parte de la inversión.