SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL

4/12/10

HASTA CUANDO EN URUGUAY UNA LISTA RESTRINGIDA DE ENFERMEDADES PROFESIONALES?

Cinco millones de dólares por año le cuesta al Banco de Seguros la indemnización de los casos de tendinitis o dolencias similares provocadas por la actividad laboral, sin contar la asistencia médica que también otorga. Y ese monto podría aumentar a seis millones y medio de dólares.



Aunque la tendinitis (inflamación de un tendón) y otros síndromes dolorosos de miembro superior por reiteración de movimiento en actividad laboral actualmente no están incluidos en el listado que incluye las "enfermedades profesionales" (decreto 167/981, de 1981), hace años que el Banco de Seguros del Estado (BSE) los contempla, atiende e incluso indemniza.

Esa y otras patologías en las que se pueda comprobar relación con la actividad laboral, son consideradas de hecho por el banco como accidentes laborales. La razón es que un artículo de la ley que regula la actividad del BSE (16.074), dice que se cubrirán todas aquellas enfermedades que demuestren nexo causal con el trabajo desarrollado.

A veces es sencillo, como cuando se trata de intoxicación con agentes químicos. Las enfermedades mentales, por ejemplo, oponen otras dificultades.

Cuando se indemniza a un trabajador por un accidente laboral se cubren las dos terceras partes del sueldo, y no el 100% como sucede cuando se trata de una de las 29 enfermedades profesionales que consagra el decreto.

"Es un mecanismo intermedio", explicó el doctor Rodolfo Vázquez, director de la Central de Servicios Médicos del BSE. Vázquez reconoció que el camino indicado sería catalogarlas como enfermedades profesionales, es decir, incluirlas en el decreto 167/981.

Si hasta el momento no se ha hecho, justificó el jerarca, es porque en realidad el BSE ya estaba cubriendo muchas enfermedades por fuera del decreto. "El banco nunca se apegó a listas taxativas y cerradas", aseguró.

De 50.000 accidentes laborales que se atienden allí cada año, el 20% corresponde a tendinitis y similares, lo que equivale a 10.000 trabajadores. Estimando que esas patologías suponen (al menos) unos 20 días de inactividad laboral, y que cada día cuesta al BSE en promedio unos 500 pesos, eso se transforma en 10.000 pesos por cada trabajador enfermo: cinco millones de dólares por año.

Esa cifra puede crecer aún más porque se está estudiando la posibilidad de ampliar el registro de enfermedades profesionales en Uruguay. Según confirmó Vázquez a Qué Pasa, hace unos días el banco expresó ante el Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Conassat) su disposición y requisitos para hacerlo. "Implica un costo mayor", admitió, porque entonces habrá que cubrir ese tercio de diferencia entre un accidente y una enfermedad.

Serán aproximadamente seis millones y medio de dólares en vez de cinco. Como el BSE se financia solo mediante primas de los empresarios, el cambio no significará ni un peso más para el Estado.

"¿Hasta cuándo seguirá el Banco de Seguros aplicando una lista restringida de enfermedades profesionales?" titula la publicación Trabajo y Utopía, del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. En ese artículo de abril de este año, la central obrera celebra una nueva ampliación del registro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en contraposición al listado del BSE.

La OIT viene elaborando esas recomendaciones a sus países miembros desde 1925 (cuando incluía solo tres enfermedades). La penúltima, de 2003, consideraba 57 patologías, y la última se aprobó el 25 de marzo, incluyendo 106.

"El banco sigue anclado en una lista de 1981 reconociendo solo 29 enfermedades profesionales", advirtió Walter Migliónico, director de Salud Laboral del PIT-CNT. "Y la central lo viene reclamando desde 1985", agregó.

Al respecto, Vázquez aclaró que "los países que tienen el sí fácil" frente a las recomendaciones de la OIT, luego no lo llevan a cabo. Puso como ejemplo Argentina, que aunque tiene una amplia lista, rechaza el 50% de los casos. "Acá hay un porcentaje de rechazo de solo 2%, y el promedio mundial es 25%", alegó.

El PIT-CNT no pide que Uruguay adopte necesariamente las 106 enfermedades, porque admite que no todas se dan en este país. Pero sí hace énfasis especialmente en las osteomusculares (entre las que se encuentra la tendinitis) y los trastornos mentales (incluido el estrés). Migliónico aseguró, por otra parte, que el BSE "pone excusas" en cuatro de cada 10 casos de tendinitis que recibe.

Algo similar opinan en el Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina: "Amerita la ampliación porque por algo Uruguay integra la OIT", opinó el doctor Fredy Sponton. "En el fondo hay un tema económico, por eso el banco no lo hace, porque va a tener más costos, pero es un giro hacia lo preventivo. Además, mientras no se actualice el decreto, las pérdidas se distribuyen en la sociedad y no entre quienes deben asumirlas".

Como parte del reclamo, en julio el PIT-CNT puso a consideración de Conassat -que integran Trabajo, Salud, Previsión Social, BSE y PIT-CNT- un proyecto sustitutivo del decreto 167/981, redactado con las formalidades debidas.

"No está en tela de juicio: el banco tiene la voluntad de ampliar el viejo decreto", afirmó Vázquez. Ahora resta que Conassat lo analice, lo apruebe, y que luego el Poder Ejecutivo disponga.

Cobertura más amplia

La nueva lista de la OIT clasifica las enfermedades profesionales en tres categorías: La primera incluye las patologías provocadas por agentes químicos, físicos o biológicos. La segunda a las del sistema respiratorio, piel, sistema osteomuscular y trastornos mentales. La tercera refiere al cáncer profesional.

Paula Barquet

Fuente:

Sábado 04.12.2010, Montevideo, Uruguay

http://elpaisweb2.elpais.com.uy/suplemento/quepasa/achaques-que-cuestan/quepasa_532740_101204.html



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